En la industria del automóvil, la producción de llantas de aluminio, componentes de aleaciones ligeras y sistemas de frenado es la más explosiva.
Los fabricantes de perfiles de aluminio para ventanas también suponen un riesgo.
Las máquinas CNC pueden generar polvo explosivo y emisiones a la atmósfera al mecanizar piezas metálicas.
Las industrias más peligrosas para las explosiones de polvo en la transformación de metales son aquellas en las que se manipula aluminio y sus aleaciones. La diferencia de características de los polvos orgánicos con una reducción de la dispersión puede variar en decenas de puntos porcentuales, mientras que las características de los polvos de aluminio varían en cientos de puntos porcentuales. En general, cuanto menor es la dispersión del polvo metálico, más destructivos pueden ser los efectos de una explosión.