Los sistemas de supresión de explosiones son dispositivos técnicos especiales que impiden el desarrollo de una presión máxima destructiva mediante la introducción rápida de agentes extintores. Cuando se suprime una explosión, los productos de la onda expansiva no se propagan fuera del equipo o la sala que hay que proteger. Como resultado, la integridad estructural no se ve comprometida y las personas no sufren daños.
Los sistemas automáticos de supresión de explosiones se instalan en zonas peligrosas de acuerdo con la norma europea de protección contra explosiones EN 1127-1. Estos sistemas constan de elementos de detección y agentes extintores. Unos sensores especiales responden al aumento de temperatura y presión de una mezcla de polvo y aire inflamable, transmiten una señal al centro de control y este emite la orden de inyectar un supresor de explosiones.
Los amortiguadores son fáciles de sustituir tras su uso.